El neoliberalismo está de capa caída en todas partes. En Europa, los gobiernos no saben qué hacer para salir de la tremenda crisis producida por la política neoliberal. El “Zapatero” que gobierna España, a nombre de los “socialistas”, se apresta a adelantar las elecciones para entregarles el hueso pelado de una economía en crisis a los godos de Aznar. Los “aznos” de la derecha española se preparan a seguir gobernando con las mismas fórmulas neoliberales de los “zapateros”, solo que agudizando la miseria de los trabajadores hispanos. La misma suerte están corriendo los asalariados griegos, los franceses, los de Alemania y los de Portugal. La peste neoliberal se extiende por todo el mundo capitalista. Solo aquí en Colombia el optimismo “santero” pretende inculcarnos la falsa idea de que nuestra economía está “acorazada” contra la crisis capitalista. Se trata, desde luego, de una falacia que pretende que los trabajadores bajen la guardia, para después obligarlos a beber la cicuta neoliberal. Empero, la maniobra oligárquica no les ha dado resultado a Santos y a sus socios. En Bogotá la pandilla neoliberal se propuso entregar a manos privadas la ETB, una de las principales empresas de pueblo bogotano. Sin embargo, el siniestro complot privatizador abortó en un tremendo fracaso en el concejo de la ciudad. Santos y sus áulicos se quedaron con los crespos hechos. Esta valiosa experiencia demuestra a las claras que la política neoliberal de las clases dominantes es posible derrotarla, a condición de que exista en el pueblo la firme voluntad de defender sus derechos.